Las telecomunicaciones de todo el mundo están reguladas por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), organismo de Naciones Unidas que vela para que las fronteras políticas no frenen las comunicaciones mundiales. La última regulación aprobada por este organismo ya ha cumplido más de 25 años, por lo que se ha visto la necesidad de volver a poner sobre la mesa nuevos retos que las comunicaciones plantean, teniendo en cuenta que desde la última regulación han acontecido hechos tan importantes como el nacimiento de Internet, lo cual ha supuesto una auténtica revolución.
Esta semana se tratarán varios temas en el Congreso que la UIT celebra en Dubai, pero sin duda el más polémico de todos es la necesidad o no de regular Internet. Las opiniones están claramente divididas: un grupo de países conservadores liderados por Rusia abogan por una regulación y recorte de la libertad y del anonimato de Internet, frente a la mayoría de países occidentales, que se niegan a que un determinado país pueda ejercer control sobre Internet.
Nos encontramos, por tanto, ante una lucha de intereses por la cual unos pretenden ejercer la censura en la red como arma política, frente a los que ven una fuente de ingresos en la red de redes. En el caso de EE.UU., empresas como Google, Twitter, Facebook o Apple obtienen sus ingresos gracias a World Wide Web, y por ello no están demasiado por la labor de que las cosas cambien en materia de regulación. De hecho, Google ha lanzado una campaña para movilizar a los internautas en contra de las restricciones en Internet, bajo el eslogan «Un mundo libre y abierto depende de una Web libre y abierta«.
Serán 12 días de Congreso en total, que seguro darán para mucho. Esperemos que la libertad siga siendo uno de los valores al alza, ya que quizás es el factor que ha dado a la red el éxito obtenido.