Está siempre con nosotros. Nos acompaña, nos da alegrías y a veces algún que otro disgusto. Lo leemos, releemos y también borramos. Forma parte de nuestra vida cotidiana y aunque parezca que lleve toda la vida con nosotros, es veinteañero. Se llama SMS y acaba de cumplir 20 años.
Aunque el SMS está para muchos de capa caída por el desarrollo de aplicaciones como WhatsApp, lo cierto es que dos tercios de la población mundial (más de 4 millones de personas) tienen acceso a él a través de cualquier teléfono móvil.
El SMS nació en Europa y tiene sus antecedentes en 1982, durante una conferencia europea de telefonía, en donde se decidió hacer frente a problemas de comunicación creándose el Groupe Special Mobile (GSM), formado por un grupo de ingenieros de comunicaciones en París.
La idea de los SMS surgió durante el desarrollo de este proyecto y la idea gustó mucho a sus responsables porque salía bastante barato mandarlos. El único límite es que tenían que ser cortos (no más de 160 caracteres de 7 bits). Nadie pensaba que, poco después, y sobretodo en el año 1996, coincidiendo con la época de popularización de la telefonía móvil en los adolescentes, el SMS iba a ser el rey de las comunicaciones, sobretodo en este perfil de consumidor. Tampoco nos imaginamos que 160 caracteres podrían dar para tanto.
Hoy en día, a pesar de la caída en el uso de este sistema, el decrecimiento se ha mantenido estable, e incluso en países como Francia y Reino Unido su uso ha aumentado alrededor de un 13%. Las empresas e instituciones se apuntan a su suso como canal de comunicación con sus clientes y herramienta de fidelización, contratando servicios y plataformas de envío de sms masivos.
Hoy soplamos una vela, y deseamos muchos SMS en estos días que nos recuerdan el boom que ya hace más de una década llegó a nuestro sector, y que a día de hoy sigue dándonos alegrías varias. ¡Felicidades!