En repetidas ocasiones hemos escuchado y leído que las telecomunicaciones españolas, sobretodo en materia de telefonía e Internet, son las más caras de Europa. Parece ser que los españoles pagamos más y por servicios de menor calidad que nuestros vecinos europeos. Pero ¿es realmente cierto? ¿ha cambiado algo desde que hablábamos de ello?
Esta misma semana, el presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT), Bernardo Lorenzo, ha señalado que las telecomunicaciones españolas no son de las más caras de la Unión Europea. Según señaló Lorenzo, los precios bajaron el año pasado y el presente año, lo que hace prever que la tendencia seguirá siendo ésta y por tanto los precios en telefonía e Internet seguirán bajando. Según los datos aportados por el organismo que preside, el precio medio de una llamada a móvil nacional bajó un 26,9% y en el caso de los fijos nacionales un 14,67%.
Durante el encuentro de telecomunicaciones organizado por Ametic, el presidente de la CMT habló de otros temas como la posible regulación de servicios como Skype y Whatsapp en materia de privacidad e interoperatividad, así como de la petición por parte de algunos operadores de prohibir la cancelación de portabilidades. Respecto al último de los temas, Lorenzo prefiere esperar a ver cómo evoluciona la última de las medidas tomadas, que fija en un día el periodo de portabilidad.
Lo mejor en materia de precios desde nuestro punto de vista es una justa relación entre la calidad ofrecida y el precio fijado. Ello propicia una satisfacción en el consumidor que se traducirá en lealtad hacia la marca, y en que aquellos operadores que tienen un ajuste desfasado entre el precio y la calidad ofrecida vayan perdiendo cuota de mercado, como es comprensible. La competencia es sana y los consumidores, libres.