Wangiri es un fraude telefónico que toma su nombre del japonés en el que significa “una (llamada) y corta”.
Este comportamiento nacido en Japón consiste básicamente en un sistema informático que produce múltiples llamadas por minuto y las corta al instante para incitar a los receptores a devolver la llamada, bien al creer que son llamadas legítimas o bien por pura curiosidad.
En muchos casos las victimas devuelven la llamada a líneas de tarificación adicional (905, 803, 806 u 807), reciben mensajes de publicidad o se les solicitan datos confidenciales.
Generalmente los números llamados se escogen al azar. Recuerde no devolver llamadas a teléfonos 905, 803, 806 u 807 y si lo hace, en los primeros segundos de la llamada, por ley, debe ser informado del coste de la misma, pudiendo usted colgar en ese momento sin soportar el coste de la llamada.
Es importante no confundir al operador de telecomunicaciones en el que se encuentra la línea con el prestador del servicio. Generalmente, los operadores de telefonía llevan a cabo continuos controles para evitar este tipo de estafas por parte de algunos de sus clientes, y en cuanto son detectadas prácticas ilegales, como lo es Wangiri, proceden al corte cautelar de la línea.