El envío de SMS ha caído hasta un 50% desde 2008. El desarrollo de nuevos sistemas de comunicación, el bajo coste de la mayoría de ellos y la popularización del acceso a la red desde los dispositivos móviles son algunas de las causas que se achacan a tan grande caída.
Pero, ¿son éstas las únicas causas? El SMS sigue manteniéndose firme como canal para el mobile marketing, y es integrado por muchas compañías en sus estrategias de comunicación con sus clientes. Sin embargo, en 2009 hubo un cambio en la regulación que afectó de lleno al sector, y sobretodo a los SMS Premium en prácticamente todas sus vertientes (votaciones, concursos, micropagos, etc.).
La polémica de los SMS Premium, lejos de haber desaparecido, sigue latente en la actualidad. De hecho, la Asociación de Consumidores de Navarra Irache ha pedido al Ministerio de Industria que los servicios Premium de mensajes cortos estén desactivados por defecto cuando se contrate una línea telefónica.
Sin embargo, y pese a la evolución de los competidores del SMS, así como pese a los cambios en regulación, seguimos encontrando importantes picos en el uso de SMS que se unen y complementan a otros modos de comunicarnos.
En el caso británico, un ejemplo han sido los recientes Juegos Olímpicos, y sobretodo su ceremonia de inauguración. La entrada de los deportistas aumentó el envío de SMS un 137%, y el oro olímpico para el equipo británico de ciclismo provocó un aumento del 46%. Es evidente que minutos después de un gran acontecimiento, el envío de SMS se dispara, como ocurre cada 1 de Enero a a partir de las 00:00 am.
Más que desaparecer, si bien es cierto que su uso ha bajado, los SMS se configuran en la actualidad como una potente herramienta empresarial de gestión de las comunicaciones, y como un complemento a nuevos modos de comunicarnos en el caso de los consumidores. Todavía nos quedan SMS para rato.